¿Cómo limitar los riesgos financieros en tiempos de incertidumbre económica?

La pandemia de COVID-19, la crisis energética, la depreciación de la moneda y el aumento de la inflación han sumido a Europa en un período de gran incertidumbre. Como resultado, ha habido muchas interrupciones en la cadena de suministro, pero en tiempos inciertos también fluctúa la demanda. Entonces, ¿cómo puede mantener a flote su negocio minorista?

El mundo VUCA ha llegado para quedarse

Como minorista, usted sabe que el lanzamiento de una nueva colección se hace con meses de adelanto, con el consiguiente riesgo económico en caso de crisis o de cambio en las tendencias, por ejemplo. ¿Cómo evitar la acumulación de existencias sin vender o, al revés, quedarse sin existencias por culpa de subidas o bajadas repentinas de la demanda?

Desde la pandemia de COVID-19 estas preguntas nunca han sido más pertinentes. Las cadenas de suministro han quedado paralizadas. La incertidumbre ya no es la excepción, es la regla. El sector minorista, como otros muchos, opera ahora en un entorno VUCA:

· Volatilidad: los hábitos de compra del consumidor cambian rápidamente y son difícilmente predecibles.
· Incertidumbre (Uncertainty en inglés): el panorama actual del comercio minorista no está claro y el futuro es incierto.
· Complejidad: con tantos factores diferentes interconectados en la venta minorista, las posibilidades de caos son grandes.
· Ambigüedad: los impuestos aduaneros y las normativas de los distintos países dejan mucho margen a la interpretación.

En otras palabras, es un mundo de locos y tenemos que hacer lo mejor que podamos para afrontarlo. Pero hace falta que se eche toda la responsabilidad sobre los hombros.

Adoptar una gestión más ágil de la cadena de suministro

La clave de la resiliencia es ahora la flexibilidad, que es posible gracias a unas cadenas de suministro ágiles. Los vendedores minoristas que se las arreglan mejor son los que tienen la capacidad de reaccionar rápidamente ante eventos inesperados. En la venta minorista, esto implica varios elementos:

1. reducir el tiempo del pedido a la venta, teniendo la seguridad de recibir los suministros a tiempo
2. abastecerse rápidamente para responder a las demandas del cliente sin tener que acumular existencias
3. mantener la inversión inicial al mínimo, favoreciendo a proveedores de calidad, pero asequibles, y pidiendo solo las cantidades necesarias
4. evitar las fluctuaciones del mercado internacional de divisas.

Aprovisionarse en Asia, por lo general, reduce los costes. Sin embargo, a menudo esto va acompañado de varios inconvenientes de los que uno desearía librarse: hacer los pedidos con al menos 6 meses de antelación, pedir determinados volúmenes y, por supuesto, pagar en dólares estadounidenses.
¡Buenas noticias! Aliándose con socios como B&C, puede tener lo mejor de ambos mundos: aprovisionamiento en Asia, pero solo a través de un agente europeo bien establecido. Resultado: productos de calidad, disponibles en cualquier momento y entregados en menos de 48 horas, independientemente del volumen y de su ubicación en Europa…

Descubra cómo B&C puede ayudarle a mitigar los riesgos financieros

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